viernes, 11 de febrero de 2011

Un paseo por Lisboa

El viaje que os propongo nos lleva hasta Lisboa la capital del país vecino, os propongo perdernos por sus calles disfrutando de su hermoso paisaje y envolviéndonos con su arquitectura, cultura, gastronomía y rincones que nos ofrece la capital del país portugués.
Mi recorrido comienza en el casco histórico de la ciudad, conocido como barrio de La Baixa, en la Praça do Comercio antigua entrada marítima donde se encontraba el Palacio del Rey que fue destruido por un terremoto y del que posteriormente solo se utilizaría la base para construir la actual plaza. En ella hayamos un edifico en forma de “U”  tal vez la mayor peculiaridad de la plaza, que se abre por uno de sus laterales al Tajo. La inmensa plaza está vigilada por una columna que se encuentra en su parte central la cual en su cumbre porta una estatua de José I, antiguo Rey de Portugal.
La plaza nos envuelve en el adoquinado de piedra que caracteriza todo el centro de la ciudad el cual contrasta con el edificio que la rodea, de estilo más moderno cuya fachada es de un amarillo intenso que evoca el poder de la antigua realeza. Atravesando el edificio, en la parte opuesta al río encontramos el Arco Triunfal, en el que destaca su majestuosa decoración y alguna de sus figuras más conocidas como la de Vasco de Gamma o la del Marqués de Pombal. Esta puerta nos muestra el camino hacia una de las calles más visitadas en Lisboa, la Rua Augusta. Una calle completamente peatonal en la que podemos pasear, ir de tiendas o tomarnos un aperitivo en una de sus terrazas, mientras admiramos las singulares calles que la atraviesan y donde podemos ver pasar los emblemáticos tranvías que hacen que disfrutemos una vez más del contraste que nos ofrece la ciudad entre las antiguas vías del tranvía aun en uso y sus edificios más modernos o sus terrazas.
En nuestro paseo también podremos admirar la belleza del río Tajo ya que en las calles paralelas a la Rua Augusta encontramos pequeños tramos desde los que se divisa y perdernos mirando como bajan sus aguas.
Tras un paseo por esta mítica calle y sin dejarla os invito a disfrutar de un dulce en la pastelería Casa Brasileira que aunque no es tan conocida como la pastelería de Belem sus pasteles tienen el mismo encanto que en todo Lisboa. Os recomiendo el llamado Pasteis de Nata que en principio engaña por su nombre ya que en realidad se trata de un pastel de crema, pero que igualmente os dejar a un dulce recuerdo del paseo por esta entrañable ciudad.



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