Cuenta la leyenda que un buen día llegó a la aldea de Villaverde de Lucerna un peregrino pidiendo limosna, al que nadie atendió, salvo unas mujeres que estaban cociendo pan en el horno del pueblo. Éstas se apiadaron de él y le dejaron entrar para que pudiera guarecerse del intenso frío y saciar su hambre.
La masa que introdujeron en el horno creció tanto que finalmente el pan se desbordó. Las mujeres sorprendidas ante este hecho, escucharon de boca del peregrino, que resultó ser Jesucristo, el castigo que iba a implantar al pueblo ante su falta de caridad: inundaría la aldea, por lo que debían de huir de sus casas para refugiarse en el monte. Seguidamente el hombre clavó su bastón en el suelo diciendo:
"Aquí finco mi bastón,
aquí nazca un gargallón;
aquí finco mi espada,
aquí nazca un gargallón de agua"
En el lugar donde clavó el bastón empezó a brotar un gran caudal de agua y a las pocas horas el pueblo de Villaverde de Lucerna quedó totalmente inundado, salvándose de las aguas tan sólo el horno, que permanece hoy en día en el centro del lago formando una isla. Días más tarde un vecino con la ayuda de una pareja de bueyes intentó sacar del fondo del lago las dos campanas de la iglesia; consiguió sacar una, pero la otra aún yace en el fondo.
Se dice que el día de San Juan, el 24 de Junio, las personas caritativas y generosas, oyen el tañido de la campana.
Leyendas aparte, éste es el lago de origen glaciar más grande de la Península Ibérica , situado en la comarca de Sanabria (Zamora).
Como vemos en la foto esa isla a la que hace referencia la leyenda existe, y a ella podemos acceder con las barcas y canoas que se alquilan; los más valientes incluso se atreven a hacer el trayecto a nado.
Actualmente hay un catamarán que permite realizar viajes turísticos por el lago.
Sanabria, ¿qué es Sanabria? Es un paraíso natural donde por mucho tiempo que pases siempre hay algo por descubrir.
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